No es pintar como querer
Mi madre
Llegaba al triatlon de Gandía con mucha ilusión, me encontraba con buenas sensaciones y quería probarme en un TRI para saber como estaba. Gandía era la plaza ideal, nado en el mar pero sin olas, bici y carrera llanitas, perfecto para hacer un buen test y comenzar la temporada.
La semana había sido climatológicamente rara y el pronóstico del tiempo era de vientos fuertes y algo de lluvia, pero para mi eso no era un problema, había competido en carreras con muy mal tiempo, pero una cosa es correr y otra es triatlon.
Tras los nervios mañaneros, no encontramos con los neoprenos puestos listos para salir. Hay que saltar al mar desde el puerto, un salto de 3-4 metros para sumergirnos en las frías aguas del mediterráneo. Tras un poco de lluvia ya estamos en el agua y los nervios se han quedado fuera, ahora sólo toca disfrutar.
Acaba el tramo de natación, he hecho una natación limpia, no a tope, tengo fuerzas, salgo del agua y empieza el ritual de quitarse el neopreno. Ahora llueve de verdad, noto la fuerte lluvia como cae, pero eso no me va parar. Hago una transición rápida, he dejado las zapatillas puestas en la bici y corro hasta la línea de montaje, oigo los ánimos mientras me pongo las zapatillas en marcha, me cantan que a Juanvi-Absenta le tengo cerca y esa es un a buena rueda con la que colaborar.
Según me caigo ya estoy pensando en levantarme, este es mi grupo y no puedo perderlo. Me levanto rápido,cojo la bici, la cadena se ha salido, MIERDA!!!, miro al grupo que se me va y a Juanvi viendo como estoy, le grito que estoy bien y que tire. Tardo en poner la cadena, o eso me parece a mi. No sé lo que tengo , me da igual, tengo que ponerme en marca enseguida.
Quedo en el suelo boca arriba, el gemelo izquierdo me duelo mucho, creo que grito, más por el susto que por el dolor. No puedo moverme. Pienso en que no voy a poder acabar la carrera por el gemelo, pienso en que tendrá que venir la ambulancia a buscarme, pienso en que la ambulancia está tardando mucho en venir, pienso en que mi padres no pueden verme llegar en ambulancia. La gente se acerca para ver como estoy, digo algo así como que me he caído dos veces en la misma curva,¡¡ no me lo puedo creer!!. Paso unos segundos tumbado en el suelo y empiezo a incorporarme, me ayudan para sentarme en la acera. El gemelo me duele mucho, pienso en que no voy a poder acabar, casi no puedo pisar. Me siento, me siento a descansar, vaya hostia me he dado!!! y es la segunda.
Paso un tiempo sentado en la acera recuperándome,...... por alguna extraña razón y sin saber porqué, me vuelvo a levantar, quiero seguir, quiero acabar la carrera, no quiero retirarme. Me acerco a la bici para ver como está, parece que está bien, tengo las dos ruedas frenadas, enderezo un puente, el otro lo abro, no puedo perder tiempo, estoy en una carrera y vuelvo a montarme en la bici para dar pedales.....
Las siguientes dos vueltas las hago muy conservador, y la "curva maldita" la hago casi recto y muy despacio, no quiero volver a caerme.Cualquier rueda que cojo o paso, se me va en esta curva, cualquier ventaja la pierdo en cualquier otra curva y el miedo a caerme.
Acabamos la última vuelta, me desato las zapatillas sobre la bici, como tanto había entrenado, voy a bajarme de la bici en marcha,....pero un pensamiento en la cabeza me dice, ya te has caído dos veces , deja los experimentos para otro día, así que freno la bici y me bajo como siempre.
Completo la vuelta con otra cara, con otra visión, aunque muy distanciado tengo corredores delante, pienso en tomarme la carrera como un entreno, ya que no he podido entrenar la bici por lo menos entreno la carrera, y alargo la zancada buscando corredores a los que pasar. Disfruto de poder correr junto al mar, de las palmeras, de los barcos, del paseo, de los pomponeros, de sus ánimos, me coloco para que puedan hacerme fotos, saludo , animo, sonrío,.... y llego a META.
Quizás no haya sido la mejor carrera de mi vida, pero si es una en la que más he luchado por acabarla y en la que más veces me he visto fuera de la carrera, pero he seguido luchando por acabar.
A veces las cosas no salen como uno quiere, y por eso no vamos a bajar los brazos o vamos a dejar de luchar o vamos a rendirnos o a tirar la toalla, que sería lo fácil. Cuando las cosas no salen bien, también hay que estar ahí, también hay que luchar, también hay que seguir....por respeto al sacrificio,por respeto a las cosas bien hechas, por respeto al esfuerzo diario, por respeto así mismo...porque no siempre es pintar como querer.