Volvemos aunque nunca nos fuimos
29 de
diciembre de 2.016, como una tarde cualquiera voy a entrenar al campo de las
naciones, tocan cambios de ritmo, pero tras el primer cambio de ritmo se me
tuerce el tobillo con un sospechoso ruido seco, “¡¡crock!!”.
Sé que algo va mal desde el mismo momento que
no puedo ponerme de pie. Me siento en el suelo y me digo, “esto te ha pasado
más veces, lo importante es que no se quede frío el tobillo”, me levanto,
intento andar, intento correr pero no puedo….ya sé que es algo más que una
torcedura.
A duras
penas llego al coche, ducha rápida y llamada a Clara, vamos al hospital que
esto tiene mala pinta.
Los peores
pronósticos se hacen realidad, rotura del 5º metacarpiano por dos sitios. De 4 a 6 semanas con escayola,… a tomar por
culo al temporada!!!
Desde el
mismo hospital ya estoy haciendo cuentas, cuándo me recuperaré, cuándo volveré
a correr, cuándo volveré a… STOP!!! Ahora tu entrenamiento consiste en
recuperarte lo antes posibles.
Pasó enero
con una escayola pegada al pie, febrero fue el de la ilusión volver a hacer
cosas pero marzo fue el choque con la cruda realidad, un mes parado te deja
fuera de cualquier estado de “forma” y mi cabeza iba a un ritmo y mi cuerpo a
otro. Llegó abril y se empezaron a ver cositas pero mayo fue el mes que
realmente me encontré que había vuelto a recuperar mi tono muscular.
Y ahí estaba
yo, 5 meses después de romperme el pie, 4 meses de que me quitaran la escayola,
en la línea de salida del Half de Salou, dispuesto a darlo todo, dispuesto a
disfrutar, dispuesto a demostrarme que podía, dispuesto a convencerme de que
estaba preparado.
Llegué a
Salou con los deberes hechos, con la confianza de quien sabe que está
preparado, con el respeto a la distancia pero con la seguridad de quien ya se
ha enfrentado a ella, lo había hecho todo bien, ya era solo cuestión de
disfrutar y el mensaje del míster era claro “ sin miedo y a probarse”.
Iba tan
concentrado y tan seguro que ni el cambio de recorrido de bici 12 días antes de
la prueba me había afectado. Había
escogido el Challenge de Salou por un circuito en bici de 90kms a 1 vuelta, que
por permisos se había convertido en 4 vueltas de 21km, y hasta eso me parecía
bien.
…y ahí
estábamos en la salida del agua a las 9:40, cambio de horario para evitar
aglomeraciones en el circuito de la bici, lo que suponía ponerse a correr sobre
las 13:30,… y también me parecía bien,… me había quitado el madrugón (la cuarta
disciplina triatlética) a cambio de
correr a horas de calor.
Calenté en
el agua 10’ , mar en calma, agua
cristalina, peces nadando a tu alrededor, buena temperatura… nadé un poco y vi
que deslizaba bien y me dije … hoy va a ser un gran día.
Vuelvo con
Clara y charlamos tranquilos, estaba preparado y sólo había que esperar,… anuncian nuestra salida y pasamos a la cámara
de llamadas.
Las salidas
son en grupos de 200 personas, por lo que en el cajón estamos casi en familia,
me coloco delante, suena el cañonazo de salida y a nadar!!.
Salgo rápido
porque quiero coger pies pero antes de la primera boya los que saben nadar ya
han abierto hueco y me encuentro tirando de un grupo sin que nadie me rompa el
agua. Llegando a la primera boya veo gente por mi izquierda, al llegar a la
boya nos unimos y ya cogeré pies hasta final del agua. Coger pies me mantiene
concentrado en coger burbujas y me permite ir en línea recta, sin la línea del
fondo de la piscina me oriento fatal, así que delego esa orientación a cambio
de comerme un poco de burbujas.
La natación
fue muy tranquila al salir en pequeños grupos no hay golpes y el agua estaba
muy limpia y calmada. La organización había puesto además de las boyas unos
globos grandes y rojos que permitían una muy buena orientación, no hacía falta
levantar mucho la cabeza para ver donde estaba la boya, ya que el globo daba
muy buena referencia.
Salimos del
agua, transición rápida, cogemos la cabra y a dar pedales.
El circuito
lo había reconocido el día anterior, por lo que sabía que era de ir acoplado el
máximo tiempo posible, con alguna subidita pero de bajar dándolo todo. El
circuito era cerrado al tráfico con carriles y arcenes anchos e incluso con 2
carriles y arcén en muchos tramos del recorrido. Tenía una referencia de dar
187w NP para poder bajar a correr con piernas frescas.
Salgo de la
transición, primer repecho y veo 223w NP en los primeros 10’ de carrera, en
esos momentos me digo, “tranquilo, baja el ritmo, tu objetivo es otro, come y
bebe que esto es muy largo”. Así lo hice,
me acoplé y a dar los pedales que tenía que dar.
La bici a 4
vueltas era muy rápida, quitando la primera media vuelta que había gente, el
resto lo recuerdo con la gente suficiente para no sentirse sólo pero para poder
respetar el drafting toda la carrera. Avituallamiento cada vuelta al salir de
una rotonda de agua, con bastante voluntarios. Mucho voluntario y policía en
cada cruce de carretera, por lo que no hubo ningún problema. El cambio de
circuito no fue tan malo, lo único que 4 vueltas se hace muy aburrido, sobre
todo la tercera vuelta pero si algo se puede decir del circuito es que era
rápido y seguro (el que ganó hizo una media de 43km/h)
Mi bici
bastante buena para mí nivel, bastante igualadas las 4 vueltas y buscando los
vatios previsto, que como eran reducir los que llevaba se hizo fácil, acabé muy
contento con la bici y de las pocas veces que no me aburro sobre ella en una
carrera tan larga.
Tras el
sector de ciclismo tocaba correr, correr y disfrutar claro. Era un circuito de
4 vueltas se suponía de 5 kms, pero era más corto (total 18,4kms). Salgo y
saludo a mi primo Iñaki y su familia. Me tomo los dos primeros kms de
adaptación, tenía claro las claves para correr bien, ir a ritmo y bien
hidratado porque el calor empezaba a pegar.
La carrera
era por el paseo al más estilo de la canción de Serrat , desde Salou a Cambrils
y vuelta. La primera mitad tenía mucha animación, la segunda era de gente que
iba y venía a la playa que con la buena organización
y voluntarios pudimos convivir todos durante el día.
Me sentí
cómodo al ritmo y pulso que tenía previsto, intenté cambiar un par de veces a
ritmo más fuerte pero no era mi ritmo y con el calor que hacía tampoco quería
asegurar. Los avituallamientos en vaso me hacían parar a beber pero luego
recuperaba el ritmo y a seguir pasando kms…. Y así pasaron los kms disfrutando del entorno, chocando las manos,
hablando con otros corredores (uno me dijo que me seguía pero que no podía hablar
a ese ritmo…jeje),
… hasta la última vuelta donde ya sabes que llegas y
disfrutas. Arcos de publicidad, alfombra roja, mucho detalle de franquicia en
la entrada y gustándome para salir bien en las fotos y disfrutar de un momento
que hace 4 meses era un imposible.
El tiempo es
lo de menos, porque la carrera era corta de bici y a pie, pero mis sensaciones
muy buenas toda la carrera, dominando la
situación en todo momento y me dan confianza para el gran reto del 9 de julio,
que eso será otra historia.
Disfruté más
que sufrí (no sufrí nada) y eso es lo que me da confianza para seguir
entrenando y sumando día a día.
Ha sido una
carrera especial por lo que significa volver a competir, pero sobre todo por la
seguridad que llevaba de haber hecho los deberes y tener dominada la carrera en
todo momento… volvemos aunque nunca nos fuimos.
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