Tener un sueño es bonito, pero cumplirlo en la ostia
Javier Garcia Chico
(Bronce Pértiga BCN'92)
Llegaba a San Sebastián como quien se enfrenta a algo que siempre ha visto muy lejos o como un imposible y que ahora está apunto de conseguir. Esa sensación de quien está apunto de derribar un muro, un mito o algo que sólo había imaginado, nadar hasta la isla de Santa Klara, subir Igueldo y correr por la Concha era algo imposible por separado hace unos años, y ahora iba a hacer las tres cosas seguidas.
Esta prueba fue mi objetivo desde que hablé de ella con mi tocayo Urrechu hace casi 4 años, esta carrera suponía cumplir de una tacada unos cuantos sueños/retos que había tenido desde pequeño....nadar hasta la isla de Santa Klara, subir Igueldo y correr por la Concha...se iban a cumplir en pocas horas.
El domingo era el día "D", el día cumplir un sueño y los nervios mañaneros me atenazaban más que nunca, más que ninguna otra carrera, más que los maratones...era el momento de hacer realidad un sueño...y eso acojona.
Tras la revisión de los jueces, dejar las cosas en los boxes y ponerme el neopreno, me meto a calentar en la playa de la Concha, casi vacía, recién amanecida, con el agua limpia y tranquila.... nado unas 20 brazadas y una paz interior me recorre....dejo de nadar, me doy la vuelta y veo la playa desde el agua... en ese momento sé que estoy donde quería estar, donde van a pasar tantas cosas y donde voy a disfrutar las próximas tres horas,....ya no hay nervios, ya no hay tensión....estoy a las puertas de derribar un montón de "mitos"...y me encuentro seguro de lograrlo.
Nos dirigimos a la línea de salida a escasos metros de la orilla, esperando a comenzar, estoy tranquilo más que nunca, tanto que veo correr por mi izquierda a los triatletas ,....coño!! han dado la salida y no la he oído,...salgo corriendo hacia el mar para completar los 1.500m de natación. La salida como siempre es agónica, todo el mundo quiere ganar eso metros para colocarse mejor aunque lo pierdan en la primera boya. La natación es tranquila, el agua está muy limpia y tranquila por lo que se puede nadar bien aunque seamos más de 600 triatletas nadando en la primera serie. La natación son 400 metros hacia la isla, giro 90º hacia el puerto, aquí se nadan 700m paralelo a la playa y luego otro giro de 90º para ir dirección hacia la playa.
La natación se me hace un poco pesada, en la primera boya recibo más de lo que quisiera, y el tramo paralelo a la playa se me hace largo, pero el ritmo es bueno, salgo del agua bien corriendo por la playa para luego subir las escaleras que me lleven a boxes, la transición es larga, muy larga y me la tomo con paciencia.
Llega el momento más temido para mi, la subida a Igueldo. El recorrido me lo sabía, nada más salir 3 cuestacas de las que te dejan fino, hay que apretar para no perder y tras una bajada de vértigo coger grupo para llanear hasta Orio (unos 12kms). En ese tramo comer y beber para llegar a la subida de Igueldo km23 con fuerza, coronar sobre el 30 y ya todo cuesta abajo hasta San Sebastián.
Había preguntado mucho sobre la subida Igueldo, y todas las respuestas eran, "uff, dura", hasta Eneko Llano me dijo que era dura, por lo que salía con el freno de mano echado.
Las 3 cuestacas eran eso, 3 cuestacas de meter todo el desarrollo....en la bajada hacia la carretera ya me doy cuenta que "estos" saben bajar y que me va a tocar apretar para coger grupo....y así es, nada más llegar al llano tengo que "arrear" para coger el grupo de delante para que me lleve a Orio. Me colocó bien en el grupo, siempre en la parte delantera pero no entro a los relevos, no me sé el recorrido...jejeje.
Llegamos al "famoso km23", giro cerrado a la derecha no encontramos una pared, se oyen primero crujir los desarrollos y luego las típicas frases de resignación "pues ya llegaremos", "a alguien le sobran piñones".
La subida a Igueldo es durilla, hay tramos de tener metido todo el desarrollo y ponerse de pie para superar las rampas y que no se pare la bici. La subida la hago con cabeza y me pongo al lado de un "paisano" que se sabe el recorrido, me canta las curvas, las rampas y los kms que quedan hasta la cima. El último giro de herradura está plagado de gente animando y eso te da ese puntito para coronar. Realmente son 4-5 kms duros y luego arriba tienes otros 2-3kms hacia arriba pero asequibles.
Llega la hora de bajar, y aquí es donde "ellos" marcan la diferencia, la gente baja como loca, a tumba a abierta y aprovechando cada tramo de calzada para coger velocidad. Yo voy "cagao", mi objetivo no es bajar sino "llegar abajo", mi falta de perecía con la bici y la caída de Gandia todavía me hacen ir conservador y no me importar perder lo que haya que perder con llegar abajo.
Llego a San Sebastián y encaro los últimos kms en llano por el paseo, por fin acabo la bici, la dejo en boxes y no ponemos a correr.
El circuito de ida y vuelta (3 vueltas) transcurre desde la Concha hasta el final de Ondarreta y vuelta. Es llano y se puede correr bien. La táctica la de siempre, correr de menos a más, primeros kms de adaptación e ir aumentado el ritmo. Aunque hay 22-22ºC hace bastante calor. Poco a poco voy cogiendo ritmo y pasando a gente, se hace un poco largo de cabeza al ser rectas muy largas, pero me concentro y voy poco a poco superando los kms que están marcado en el recorrido.
Llega la última vuelta y esa la disfruto más si cabe, me queda ese puntito que me deja disfrutar, ver el entorno, pasar corredores y motivarme con lo que he hecho..... encaro meta con la alegría de siempre, con la alegría de superar un reto, con la alegría de derribar un muro, con la alegría de haberlo hecho bien ....porque es bonito tener un sueño, pero cumplirlo ...en la ostia!!!.